Dentro del Valle de Rudrón, en la comarca de Páramos, el agua es el protagonista con el Pozo Azul
Qué ver en Tubilla del Agua
Enclavado en el Valle de Rudrón, Tubilla del Agua forma parte de la comarca de Páramo. El municipio, que no supera los 150 habitantes, lo componen 5 localidades, con capital en Tubilla del Agua.
Su nombre proviene de la toba, roca dura y porosa que se forma por la combinación de roca caliza, agua de lluvia y vegetación, característica del lugar. La zona presenta páramos calizos erosionados por el agua, sobre todo del Río Rudrón.
Por ello, su atractivo recala en las rutas de senderismo y el paisaje natural relacionado con el agua, a través de lugares como el Pozo Azul y la cascada de Tubilla, o los miradores del Valle del Rudrón y de Tubilla del Agua.
Asimismo, cuenta además con templos románicos y dólmenes, que junto con los de la comarca de La Lora, forman parte de uno de los mayores conjuntos dolménicos de Europa.
Pozo Azul
Pozo Azul es uno de los lugares más visitados del Valle del Rudrón. Es un manantial que brota en profundidad, y no en superficie, ubicado en la localidad de Covanera al que se llega a través de un camino de 600 metros desde la N-623. Su caudal oscila entre 4.710 y los 34 L/s entre las épocas lluviosa y seca, con una media de 1.000 litros por segundo.
El agua ha ido generando una concavidad de 7 metros de diámetro y 10 de profundidad que desciende en vertical. A lo largo de millones de años, el agua ha ido excavando la montaña creando sifones y galerías, las cuales han sido exploradas con los años, hasta llegar a más de 13 kilómetros conocidos.
Por lo tanto, se ha convertido en una joya para el espeleobuceo y una de las cuevas submarinas más largas del mundo. El principal atractivo radica en su magnitud y sus aguas cristalinas en forma de cala en su parte exterior. La pureza del agua, con una temperatura que oscila entre 9 y 11°C todo el año, la demuestran las truchas que viven allí.No obstante, el baño está permitido, pero para sumergirse en la cueva es necesario ser espeleólogo acreditado.
Como curiosidad, desde hace años, los días previos a la Navidad se sumerge un belén que se puede contemplar desde el exterior gracias a la transparencia del agua.